sábado, 27 de octubre de 2007

lO ke vale la peNa...

¿Que es lo que vale la pena? Pregunta que me surge a cada momento, será por mi formación cristiana adventista donde nos enseñaban que fuera de la iglesia estábamos perdidos y sin salida, pero hoy me pregunto si verdaderamente estoy perdido fuera de esta. En le ámbito cristiano o de las creencias, a mi parecer esta es una pregunta de vida o muerte, ¿Qué camino debo seguir?, partiendo de la base de las promesas, un filosofo de negocios decía que si la promesa es buena había que pagar el precio, pero, que pasa si la promesa no es del todo verdadera y durante mi vida pago el precio y al fin de mis días me doy cuenta que mi vida fue un error desperdiciado... ¿?, que ¿pasa con esto?, creo que esto de pagar el precio por una determinada promesa debe ser de acuerdo a temas de verdadera trascendencia, ya que, si me decido a pagar el precio por una promesa que no valía del todo mi sacrificio, ese creo que es un verdadero desperdicio de vida. Volviendo al tema del cristianismo o del camino que se debe seguir con respecto a dios, aquí, puedo identificar dos caminos, el del no cristianismo, donde mi ser adquiere suma importancia y en él esta la fuente de todos mis deseos, anhelos y hechos, donde el “yo” puede controlar mi interno y a la vez el exterior, algo parecido a esas corrientes medias metafísicas denominadas “nueva era”, donde yo controlo todo, y por consecuencia, yo por mi mismo puedo llegar a ser quien yo quiero ser y llegar a tener lo que “yo” supuestamente deseo tener (posesiones materiales), promesa que no deja indiferente a cualquiera, y por ello, muy atrayente. En el otro extremo podemos encontrar la corriente filosófica del cristianismo, proveniente de hace mas de dos mil años a tras, esta corriente, expuesta en su esencia por aquel libro conocido por la mayoría de nosotros, llamado santa biblia, el cual expone sobre las promesas que posee esta corriente, las cuales son muchas, y muy codiciables, la principal es la promesa de la vida eterna, en un mundo lleno de paz y tranquilidad, donde, “ni la polilla ni el hollín corroen”, y donde el león podrá jugar con la oveja (que extremo, ¿no?), pero no todo es gratis en la vida, estas maravillas tienen un par de requisitos presentados en este mismo libro, estos requisitos son los famosos diez mandamientos, los cuales para optar a las promesas, se deben cumplir al pie de la letra, pero según dicen, no de cualquier manera, por el contrario, deben cumplirse con una característica llamada amor a dios y a los demás, sin esta características, dicen las malas lenguas que nada de lo que se haga tendrá validez. Buena promesa, ¿no? Pero ahora nos ponemos en le supuesta que elijo uno de estos caminos, como el cristianismo, donde dedico mi vida a la consagración y búsqueda de mi espiritualidad en dios, privándome de todos los placeres mundanales y que según dicen pervierten mi espíritu. Pero, pasada mi vida, finalmente (en esos momentos no me puedo dar cuenta, pero) la promesa cierta y, después de morir, no tengo ninguna otra recompensa mas que mi degradación biológica para que se aprovechen mis nutrientes. O, en el otro caso, estoy al final de mis días donde he pasado una vida llena de deleites mundanales, y me he preocupado de cosas que a los “ojos” de la biblia tienen como paga la muerte eterna, y finalmente lo de la biblia era cierto… o sea, en este caso me encontraría total y absolutamente perdido con una recompensa que no superará la muerte eterna. Por esto es que creo que le encontrar el camino verdadero en este ámbito es de total relevancia, por que tiene que ver con la vida, las promesas de las dos partes son de real trascendencia, ya que determinan el fin y propósito de mi existencia (wauu), y si erro en una de estas, probablemente lo lamentare profundamente, y que más, ya no tendré opción a rebobinar mi vida para elegir la alternativa correcta, o elegir lo que realmente vale la pena.
Pero, luego de haber pasado un extenso (para mi) periodo alejado del cristianismo, intento poner mi mente en neutro y comienzo a buscar cual es el verdadero camino, e inconsciente mente me doy cuenta que debo encontrar otra cosa, o que (cliché mente) algo me falta. En esta carencia comienzo a investigar en lugares no muy claros y hóspitos, como es la nueva era, la metafísica, y hasta por que no confesarlo, la magia. Pero un buen día un amigo me facilita una meditación de Descartes que hacia relación con estos controvertidos temas, el de la existencia de dios, leyendo y analizando me doy cuenta que su argumentos son muy convincentes y casi imposible de refutar. Frente a este panorama no me queda otra solución que creer en un dios superior, pero a pesar, de que me cuesta en gran manera aceptar estas creencias, estas deben ser de una peculiar manera, a la luz de la biblia, esta creencia debe ser a ojos cerrados, pero yo no me había dado cuenta de este pequeño detalle, y por fortuna otro buen amigo durante una esporádica conversación vía MSN, me aclara este pequeño detalle, que en fin, es un requisito de la forma en que se tiene que creer.
Ahora solo me queda dar paso a este ultimo requisito de la creencia en dios, esa complicada cualidad llamada (la famosa) FE…
Pero nueva mente surgen las dudas en mi ser, cada vez que puedo observar a personas que pasan sus días angustiadas y con solo problemas en su mente y, mas aun, conservan la fe cristiana en sus corazones, con el anhelo de que sus vidas cambiaran, y tendrán otro rumbo, un después de la muerte. Y, hay esta el dilema… que pasa si la promesa del cristianismo es falsa, y esa cantidad exorbitante de personas que han puestos todas sus expectativas en un futuro mejor en otro mundo no tienen mas que la muerte, nada mas… lo único que puedo pensar es que desaprovecharon absolutamente sus días. Mientras por otro lado puedo ver personas que se dedican a disfrutar sus días sin una creencia en un ser superior, he intentan vivir cada momento sin preocupaciones y aflicciones, esto no quiere decir que no tengan problemas, el tema es la forma en que los manejan… esas maneras de vivir positivo, sin problemas, pereciera que a esas personas todo les aconteciera de buena manera. Al otro extremo de los cristianos que cada conflicto u problema lo asumen como una “prueba” de dios para, supuestamente, mejorar el carácter… ahí claramente me inclino a la otra posición, “el otro camino”. Pero, ¿si existe dios y todo lo anterior planteado? Estaré rotundamente equivocado.
En este panorama no se que hacer, a donde ir, o que camino seguir. Pero, no puedo quedarme indiferente frente a mi rededor, todas las infinitas maravillas inexplicables de la vida, me cuesta creer que todos los tesoros a los ojos humanos de la naturaleza sean producto de una probabilidad matemática que con un factor de suerte hoy seamos lo que hoy somos. O, por que las cosas naturales a nuestro parecer son tan hermosas, como por ejemplo, que es lo que hace que encontremos linda una simple y sencilla flor con una gotas de rocío en sus pétalos al amanecer, si esta humilde cosa es pequeña, tiene una “vida” extremadamente corta, en resumen, tiene mas cualidades para despreciarla, que apreciarla, y aun así es motivo de admiración para nosotros. Pero la interrogante en este caso es… que es lo que hace que encontremos cierto agrado en simplemente observar esto… donde están nuestros patrones de belleza, quien los puso ahí, y por qué no encontramos hermosa una piedra en el camino (no en el zapato, que ahí claramente no es simpática), en fin, ¡no sé!, pero de acuerdo a esto, simplemente lo que puedo rescatar de mi simple en torno, puedo darme cuenta que tiene que haber algo mas en el mundo, no concibo entender la vida si, por si sola, son mucho los detalles, muchos los dilemas, misterios e infinidad de cosas que están al entorno al ser humano. Lo único que puedo decir es que (¡!)… nada se… solo quiero ser… nada mas que eso.
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