miércoles, 26 de diciembre de 2007

Designios

y que pasa cuando la vida te lleva por ahí…
La verdad no se. Todo es tan extraño, como si lo que quisieras no lo puedes hacer, pero lo que no quieres si lo debes hacer. Peor aun es cuando lo que alguna vez quisiste se cumpliera cuando ya no lo quieres… que pasa, ¿hay que seguir?, no se, pero creo que nada tiene sentido, todo es tan complicado, ver como tu vida sigue un camino que no lo puedes dirigir, un camino del cual no puedes retroceder, raro no?
A veces despierto en la mañana sin querer más,¿ pero habrá que seguir…? Valdrá la pena. Es algo de lo cual me pregunto a diario, el problema es que esto sigue, sin detenerse, sin darme cuenta hasta donde he ido, y si quiero estar ahí o no. Que pasa cuando llegue a anciano y me de cuenta que lo que hice estuvo mal, que mi pequeña vida la desaproveché dándome cuenta ya cuando no hay mas remedio que dormir, para siempre. Pero hay situaciones que te obligan a continuar, cosas que están fuera de tus manos, caprichos malditos que no hacen más que obligarte a hacer cosas que no quieres, pero debes…¡¡¡¡¡¡!!!!! …el deber, las responsabilidades, son más poderosas que la felicidad ¿?, que el encontrarse así mismo ¿?, que es lo que debe primar en este caso. Toda mi vida he sido responsable, he hecho las cosas que por mi supuesto bien y el de los demás hay que hacer, siempre pensando en la consecuencia y el provecho, con una mirada objetiva frente a las decisiones. Pero hoy creo que tengo una necesidad, el poder hacer cosas que me enriquezcan verdaderamente a mi, a mi y a nadie más, solo un poco de amor propio, o es acaso un privilegio de alguno pocos solamente. La verdad es que ahora creo que algunas personas deben “sacrificar” sus vidas para el beneficio de “otros”, pero finalmente vale la pena, no sé, pero que más da, solo hay que intentar seguir con este montaje que aparenta ser esta “vida”.
Que triste es cuando acabas de descubrir algo más en ti, experiencias nuevas, cosas tan simples y complejas como la sonrisa de un niño; una flor; o el vuelo de un pajarito, indefenso. Cosas que te alegran, te llenan, te das cuenta que es lo que quieres en tu vida, eso y nada más! Solo ver, solo asombrarte de las cosas simples de tu rededor, pequeñas maravillas que están ahí para conmoverte, para descubrirte y admirar. Pero que las circunstancias te obligan a llevar una vida rápida, fría, objetiva, numérica y competitiva. Una vida alejada de lo que acabas de descubrir que quieres, será que habrá que terminar con todo e inclinarte a las cosas que si deseas probablemente perdiendo “mucho”, o seguir. Lo peor es que siguiendo así, hay proyecciones, objetivos que están cerca de alcanzar, porque la vida se ha encargado de entregar las oportunidades que alguna vez soñé, pero que hoy ya no las quiero, ni las busco, pero llegan y llegan, confundiéndome.
Esto solo me lleva a una conclusión, todo esto es un confuso juego… del que alguien hace trampa, y no soy precisamente el que la hace…
No me queda más que pensar en una frase: si la vida te da la espalda, agárrale el poto. Es la única solución, tomarse con humor estos caprichos tramposos, que son parte de este juego, y sacarles algún provecho… ¿Qué mas da?

2 comentarios:

Diego dijo...

creo que te entiendo... bastante

que rabia! a esta edad es todo tan confuso... por lo menos yo cambio de apreciación de un dos por tres, y como bien dices, lo que uno queria cuando llega ya no se quiere...

pero te puedo decir... que nunca es tarde para cambiar de rumbo quizàs.. tienes toda la vida por delante, un tropezón es humano, no es q las cartas ya estén tiradas.

saludos

Santiago Paz dijo...

La idea es jugársela por lo que uno quiere y quiere ser no más. Eso es algo que me enseñó mi amigo el neuropoeta.


Un abrazo, y juégesela.


atte:
Paz



P.S: A mis contactos te vas...

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