martes, 28 de octubre de 2008

d u d a s

Soy o no soy, ese es el problema.
Y llegará el día en que nos demos cuenta que no vivimos en nosotros mismos, que hemos pasado nuestros días sobre los zapatos de otro ser, otra creencia o alguna otra cosa que nos roba lo propio, nuestro existir. Eso tan propio y distinguido que llamamos identidad.
Pero como encontrar o descifrar eso tan oscuro y profundo que nos hace tener la certeza de que estamos aquí, con un propósito, con un objetivo, con una meta, con un anhelo. Eso que nos hace tener la firmeza y la absoluta convicción de que SOMOS y seremos. De qué forma encontrar nuestra esencia, no de hombre, esencia de ser, de humano que vive, piensa y razona, esa esencia que nos distingue y a la vez nos acerca, nos acerca a lo más humanos de nuestra humanidad, al ser.
Creo que este paradigma se encuentra a la espera de nuestra conciencia, en nuestro corazón, cercano a nuestra mente.
Solo espero no terminar mi vida sin poder tener la autoridad de pararme frente a los árboles, de la codillera, del mar, y poder decir, también estoy aquí, ¡y lo sé!. Suena un tanto extraño, pero creo que hoy un árbol tiene más identidad que algunas personas, un árbol, que con los años se forma, crece y madura, influenciado por el viento, la lluvia, el clima, que lo hacen ser el que es, distinto a todos los demás, con su diseño perfecto, preciso para el lugar y momento en donde se encuentra. Con esto, cuanto más nosotros como seres que en teoría pensamos, que en teoría razonamos y tenemos tanto o más potencial que un árbol, que una flor, para tomar eso que nos pone el destino, eso que nos muestra la vida, y poder adoptarlo, hacerlo parte nuestra experiencia, parte de nuestro existir.

1 comentario:

Santiago Paz dijo...

Te resumo todo lo que has escrito en una sola palabra: VIVE.


Un abrazo.


atte:
Paz


P.S: Si anda algún día por Santiago, dígame y salimos a tomarnos algo...

Ninja!">